El mercado asegurador se refiere al conjunto de actividades relacionadas con la oferta y demanda de seguros. En este mercado, las compañías de seguros ofrecen una variedad de productos diseñados para proteger a las personas, empresas u organizaciones contra diversos riesgos, como accidentes, enfermedades, daños a la propiedad, responsabilidad civil, entre otros.

Los participantes en el mercado asegurador incluyen tanto a las compañías de seguros, como a los asegurados, quienes adquieren pólizas de seguro para transferir parte de los riesgos a las aseguradoras a cambio del pago de una prima. Además, hay intermediarios, como corredores de seguros y agentes de ventas, que facilitan la relación entre las compañías de seguros y los asegurados.

El mercado asegurador opera bajo principios de gestión de riesgos, donde las compañías de seguros evalúan y calculan los riesgos asociados con la cobertura de seguros ofrecida y establecen primas adecuadas para cubrir esos riesgos. El mercado asegurador desempeña un papel crucial en la estabilidad financiera y el bienestar económico, al proporcionar protección contra pérdidas inesperadas y ayudar a las personas y empresas a mitigar riesgos financieros.

La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) es el organismo encargado de regular y supervisar el mercado financiero en Chile. Anteriormente se conocía como la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y fusionó las funciones de esa entidad con las de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), creando un solo ente regulador para el mercado financiero chileno. La CMF se encarga de promover la competencia, proteger a los inversionistas y asegurados, a fin de proveer estabilidad al sistema financiero y asegurador en el país.

Las compañías de seguros son entidades que ofrecen servicios de protección financiera a sus clientes, conocidos como asegurados, a cambio del pago de una prima. Su función principal es indemnizar o compensar a los asegurados por las pérdidas o daños cubiertos por el contrato de seguro, según los términos y condiciones establecidos en la póliza. Las compañías de seguros pueden ofrecer una amplia gama de productos, como seguros de vida, salud, automóviles, hogar, entre otros. Su objetivo es ayudar a los asegurados a mitigar riesgos financieros y proteger sus activos y bienestar.

Las compañías de reaseguro son entidades especializadas en asumir parte del riesgo de las compañías de seguros primarias. Funcionan como aseguradoras de las aseguradoras. Es decir, cuando una compañía de seguros primaria (también conocida como cedente) emite una póliza de seguro y desea transferir parte del riesgo asociado a esa póliza, puede hacerlo mediante un contrato de reaseguro con una compañía de reaseguro.

El propósito principal del reaseguro es ayudar a las compañías de seguros a diversificar y gestionar sus riesgos. Las compañías de reaseguro pueden cubrir una amplia gama de riesgos, desde catástrofes naturales hasta eventos inesperados en el mercado de seguros.

Al asumir parte del riesgo, las compañías de reaseguro pueden ayudar a las compañías de seguros primarias a estabilizar sus operaciones, protegerse contra pérdidas excepcionales y optimizar su capacidad para ofrecer cobertura a los asegurados.

Un corredor de seguros es un profesional independiente, regulado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que actúa como intermediario entre los asegurados y todas las compañías de seguros. Los corredores de seguros asesoran a los clientes en la selección de pólizas  adecuadas para sus necesidades, comparan las ofertas de varias compañías  y guían en la gestión de reclamaciones frente a un siniestro.

Los corredores deben cumplir con requisitos de conocimientos, garantías y licencia establecidos por la CMF para operar en el país. Están obligados a actuar en interés de sus clientes y a proporcionar asesoramiento imparcial y profesional. En general, los corredores de seguros desempeñan un papel muy importante al ilustrar y ayudar a los clientes a entender sus opciones de seguro, obtener cobertura adecuada y gestionar eficazmente sus riesgos.

Algunas obligaciones de los corredores:

• Asesorar a las personas que deseen asegurarse por su intermedio.
• Ofrecer al contratante las coberturas más convenientes a sus necesidades e intereses.
• Informar sobre las condiciones del contrato y sus posibles modificaciones.
• Asistir durante la vigencia del contrato y al momento de producirse un siniestro.
• Remitir al asegurado la póliza correspondiente.
• Verificar la identidad de los asegurados y la existencia y ubicación de los bienes asegurables.
• Entregar a la compañía la información que posean sobre el riesgo propuesto.
• Remitir a la compañía las primas y documentos que reciban por las pólizas qué intermedien.